lunes, 5 de noviembre de 2012

Atún, pez espada y emperador bajo el detector de metales

El mercurio es un metal que a determinadas dosis es perjudicial para la salud y especialmente para las mujeres embarazadas y niños pequeños. Una de las principales entradas de mercurio a nuestro organismo es a través del consumo de pescado azul de grandes dimensiones, concretamente del atún, del pez espada y del emperador.
María Val, Sabormediterraneo.com
Para no renunciar a los beneficios del pescado azul, hay que elegir pescados pequeños. El consumo de boquerón, (anchoa), sardinas, jureles, chicharros, caballas ofrecen el mejor equilibrio entre un contenido alto en omega 3 y bajo en contaminantes y son la mejor opción para seguir la recomendación médica de consumir pescado dos veces por semana. Mientras que el pez espada puede alcanzar el 0,98 de mercurio, la sardina no supera el 0,02.
Cantidad de mercurio de más a menos entre las especies de pescado más consumidas
  1. Pez espada - 0.98
  2. Atún, albacora (diferentes especies) - 0.35-0.64
  3. Mero- 0.46,
  4. Lubina - 0.22,
  5. Rape - 0.18
  6. Bogavante - 0.17,
  7. Langosta - 0.07,
  8. Anchoa - 0.04
  9. Salmón - 0.02
  10. Sardina - 0.02
  11. Merluza - 0.01
Fuente : http://salutipeix.udg.edu

Hay que tener en cuenta que el mercurio se acumula en el pescado azul de grandes dimensiones, - un atún o un pez espada pueden superar los 250 kilos-, y esto es así porque no se puede eliminar y a cuanto más viva el pez y más grande sea más mercurio acumula.
Sardinas, boquerones, chicharros, caballitas, son pescados tan pequeños comparados con un atún que supera los 250 kilos, que apenas les ha dado tiempo a acumular contaminantes.
Por ello, la recomendación de los cardiólogos de consumir pescados azules pequeños tiene todo el sentido, ya que son los más ricos en omega 3 y son al igual que el pescado blanco una excelente fuente de proteínas de alta calidad con micronutrientes imprescindibles como el yodo, el selenio, el fósforo o la vitamina A y D.
El mercurio interfiere en el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación y la infancia
Dado que el mercurio interfiere en el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación y la infancia, es prudente que las mujeres embarazadas o que dan el pecho y los niños pequeños se abstengan de consumir estos pescados. Si se eliminan de la dieta, el pez espada o el atún rojo, este problema desaparece.
En Estados Unidos, las autoridades desaconsejan el consumo de las especies que contienen más mercurio, lideradas allí por el tiburón, durante el embarazo, la lactancia y la primera infancia.
Para un adulto, el consumo de pescado realizado en un día o una semana no modifica considerablemente el nivel de mercurio en el cuerpo. Lo que cuenta es a medio-largo plazo (lo que se come mes a mes). Por este motivo, las administraciones suelen recomendar que si una semana se come demasiado de las especies que contienen más mercurio, se procure reducir la cantidad a la semana siguiente. Lo que cuenta es el promedio mensual.
Del aire al mar. De las algas al pescado. Del pescado al hombre
El mercurio emitido al aire, por la actividad humana o por fenómenos naturales como las erupciones volcánicas acaba en los ríos y en el mar, donde las algas lo absorben en forma de metilmercurio. Es entonces cuando los animales que se alimentan de estas algas incorporan el mercurio a su organismo, y éste va pasando de presas a depredadores, cada vez en mayor concentración, a medida que unos se alimentan de los otros.
Se trata de contaminantes liposolubles, es decir se acumulan en tejidos grasos. Por lo tanto, se encuentra sobre todo en el pescado azul, más que en el blanco. Y cuanto más grande es el animal, más mercurio acumula. ¿Qué hay que hacer? evitar los grandes depredadores como el atún rojo, el pez espada o el emperador.

La cantidad de mercurio en una misma especie depende de varios factores. En el hígado es donde más se acumula.
Casi todos los peces y mariscos que consumimos tienen algunos restos de mercurio. Los que tienen menos son los pequeños peces filtradores (filtran el agua para alimentarse del plancton) como la sardina y la anchoa.

La cantidad de mercurio, para una misma especie, también depende del tamaño del pez. Los individuos de tamaño mayor tienen más mercurio que los de dimensiones más pequeñas porque el mercurio se acumula con el paso del tiempo y no se puede eliminar, como cualquier otro metal pesado.

También depende del mar o la zona donde viva el pez, según los niveles de contaminación de las aguas. Finalmente, también depende del órgano y tejido en cuestión: el hígado y las gónadas suelen contener concentraciones más elevadas de mercurio que el músculo.

Existe una preocupación real sobre el consumo de estos pescados porque un reciente estudio ha demostrado que casi el 10% de las mujeres norteamericanas tienen niveles de mercurio en su cuerpo superiores a los máximos recomendados por la administración de ese país. Una vez más, comer poco de todo, es la mejor forma de curarse en salud.

Fuente: http://www.sabormediterraneo.com/salud/pescado_mercurio.htm